La fluoroscopía es una prueba de imágenes médicas que utiliza rayos X para obtener imágenes fijas y en movimiento de estructuras y procesos dentro del cuerpo, a menudo con el uso de un agente de contraste. Como el procedimiento se realiza en tiempo real, se puede visualizar el movimiento de diferentes órganos y estructuras. Esto permite a los médicos evaluar las funciones corporales, como el bombeo del corazón, los mecanismos de deglución o el movimiento de las articulaciones.
Las imágenes producidas por fluoroscopía se pueden digitalizar y almacenar en una computadora para ser visualizadas en cualquier momento y de forma remota.
La fluoroscopía es esencialmente una radiografía continua que crea una imagen en movimiento de su cuerpo. Cuando se transmiten los rayos X a través del cuerpo, una pantalla fluorescente los captura y transmite la información a una computadora que genera imágenes. El resultado es una representación en forma de sombra de los huesos u órganos que se examinan. A veces se utiliza para clarificar detalles de la parte del cuerpo que se está examinando y también para observar ciertos procesos corporales en tiempo real, proporcionando a los radiólogos una gran cantidad de información.
La fluoroscopía suele ser la herramienta de obtención de imágenes elegida por los radiólogos intervencionistas, lo que les permite guiar diminutas herramientas a través de su cuerpo para diagnosticar y tratar afecciones utilizando técnicas mínimamente invasivas.
La exposición a la radiación durante la fluoroscopía es mayor que con los rayos X estándar. Cualquier exposición a la radiación puede aumentar las posibilidades de desarrollar un cáncer más adelante en la vida. Sin embargo, el riesgo de cáncer debido a la fluoroscopía por sí sola es estadísticamente muy pequeño. En todos los casos, el beneficio del estudio debe superar los riesgos. Por ejemplo, si tiene una enfermedad articular debilitante, es mucho más importante poder ver la articulación en movimiento con fluoroscopía que evitar una pequeña cantidad de exposición a la radiación.
Durante algunos exámenes de fluoroscopía más largos, los rayos X pueden causar quemaduras en la piel. Sin embargo, las técnicas modernas como la radiación pulsada y los intensificadores de imagen han reducido en gran medida el riesgo de quemaduras en la piel. Por lo general, los únicos procedimientos que son lo suficientemente largos como para causar quemaduras se realizan en situaciones que salvan vidas.
Otros riesgos dependen de si se usa material de contraste y del tipo específico de procedimiento. Consulte la sección Acerca del Contraste para obtener más información sobre los riesgos del material de contraste.
Si está o cree que está embarazada, asegúrese de notificar a su médico o al tecnólogo antes de someterse a una fluoroscopía. En general, la fluoroscopía no se recomienda para mujeres embarazadas. En todos los casos, también se debe considerar la salud de la madre. En comparación con la fluoroscopía, una enfermedad no diagnosticada durante el embarazo puede ser aún más peligrosa para el bebé y la madre.
Solo cuando los beneficios superen significativamente los riesgos del procedimiento, las mujeres embarazadas deben someterse a fluoroscopía. La radiación que recibe el feto durante el procedimiento puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer más adelante en su vida. Su médico y/o radiólogo pueden recomendar otro tipo de examen (ultrasonido o IRM) para evitar exponer a su bebé a la radiación.
En ocasiones, se utiliza un agente de contraste o “tinte” para mejorar el detalle que se ve en las imágenes de fluoroscopía. Esto permite a los radiólogos distinguir las condiciones normales de las anormales. Al igual que los huesos, el material de contraste bloquea la capacidad de los rayos X de atravesar el cuerpo y aparece blanco en las imágenes. El uso de contraste permite a los radiólogos visualizar mejor los vasos sanguíneos, los órganos internos u otras estructuras.
Se han informado efectos secundarios al usar contraste de fluoroscopía; sin embargo, el riesgo general es muy bajo. Su tecnólogo está completamente capacitado para abordar cualquier efecto secundario o reacción alérgica. Hable con su proveedor médico sobre los riesgos del contraste de fluoroscopía. Si su médico recomienda una tomografía computarizada (TC), es porque los beneficios potenciales (diagnosticar o detectar una enfermedad) son mayores al riesgo de efectos secundarios.
Sulfato de bario
El bario se toma como un líquido que se bebe para proporcionar contraste para los exámenes del esófago (garganta), el estómago o el intestino delgado. Tiene un sabor a tiza o yeso, pero no es desagradable.
El sulfato de bario también se puede administrar como un enema que se inserta en el recto para mejorar los exámenes del recto o el colon (intestino grueso). Puede hacer que se sienta hinchado e incómodo.
Ocasionalmente, ocurren efectos secundarios con el bario y estos incluyen calambres, diarrea, náuseas, vómitos o estreñimiento. En casos raros, el sulfato de bario puede causar efectos secundarios más graves. Informe a su médico de inmediato si tiene urticaria, picazón, piel enrojecida, inflamación de la garganta, dificultad para respirar/tragar, ronquera, agitación, latidos cardíacos rápidos o decoloración azul de la piel.
Contraste intravenoso (IV) con yodo
Para ayudar a los radiólogos a ver ciertos órganos, articulaciones o vasos sanguíneos con más detalle, es posible que le administren un contraste a base de yodo a través de una inyección intravenosa (IV) en una vena de la mano o el brazo, o una inyección directamente en una articulación. Durante la inyección, puede sentir una sensación de calor, un sabor metálico en la boca o la necesidad de orinar. Estos síntomas son temporales y generalmente desaparecen rápidamente.
En raras ocasiones, el material de contraste a base de yodo puede causar náuseas, vómitos, dolor de cabeza, picazón, enrojecimiento, erupción cutánea o urticaria, que se puede tratar fácilmente con medicamentos para la alergia, como Benadryl. Las reacciones más graves son muy raras y pueden incluir sarpullido grave, dificultad para respirar, ritmo cardíaco anormal, anormalidad en la presión arterial, hinchazón del cuerpo, convulsiones o paro cardíaco. Informe a su proveedor médico y al tecnólogo si ha tenido una reacción alérgica al yodo en el pasado.
Si va a someterse a una fluoroscopía con contraste, asegúrese de informar a su médico sobre todos los medicamentos y alergias que pueda tener. Si tiene una alergia conocida al material de contraste, asegúrese de informar a su proveedor médico antes de programar su fluoroscopía. Es posible que le indiquen que tome medicamentos (generalmente un esteroide) hasta 12 horas antes de la prueba para reducir el riesgo de una reacción alérgica.
Informe a su radiólogo sobre cualquier condición médica crónica o enfermedad reciente, especialmente si tiene antecedentes de enfermedad cardíaca, asma, diabetes, enfermedad renal, anemia de células falciformes o problemas de tiroides. Si tiene una enfermedad renal importante o disfunción renal, es posible que no pueda recibir un medio de contraste intravenoso Hable de estos problemas con su proveedor médico, ya que se puede recomendar una prueba alternativa.
Si tiene una enfermedad o disfunción renal, es posible que tenga un mayor riesgo de padecer nefropatía inducida por contraste (NIC). Esta afección se presenta en pacientes con enfermedad renal preexistente que empeora después de recibir un medio de contraste a base de yodo. La mayoría de los casos de NIC parecen haber ocurrido con materiales de contraste más antiguos que ya no se usan. Algunos estudios recientes no han encontrado un mayor riesgo de NIC debido al contraste a base de yodo. Si tiene insuficiencia/función renal, asegúrese de discutir los riesgos de recibir contraste con su proveedor médico.
El American College of Radiology (ACR) dice que la información actual sugiere que la lactancia materna es segura después del uso de contraste intravenoso. Por favor, analice sus opciones con su proveedor médico.